−Sólo disfruta, nena. No pienses, no pi…− la palabra se corta en sus labios cuando me penetra por ahí.
Suelto un grito de dolor.
−¡Ahhh!
−Sht− dice bajo –Sólo será un momento… sólo un momento de dolor. Respira.
Tomo una inhalación profunda y suelto el aire lentamente, lo hago dos veces más y luego Edward se inclina y me besa la boca.
−¿Ahora estás mejor?− pregunta y yo asiento.
Toma con fuerza mi cintura y se mueve una vez y gruñe.
−Cristo… esto se siente fantástico− farfulla.
El dolor va disminuyendo a medida que sus movimientos se vuelven más continuos. Oh, Edward tenía razón. Esto se siente genial. Gimo por lo bajo una y otra vez.
OoO
Y así… ambos absortos en su imaginación y en la fricción de sus cuerpos golpeando acompasadamente contra la pared Rachel lo siente cerca, y ella lo sabe… lo sabe.
Y entonces, justo en el momento en el que Jack gruñe en su oído y se vacía en su interior, saca la pistola que lleva escondida en el bolso y la pone sobre su cabeza y jala del gatillo sin ningún miramiento.
El hombre cae al suelo y Rachel sonríe y vuelve a llegar al orgasmo cuando ve la sangre derramarse en el suelo.
−Qué experiencia más maravillosa− murmura para sí misma.
OoO
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