Mi corazón de dispara a mil. Aquí vamos. Edward me abraza por la cintura.
−La primera− inicia Edward –Es que…− pone una mano en mi vientre y me mira con ojos de amor −… mi Bella está embarazada.
Un jadeo de sorpresa sale de todos al unísono.
−¡Pero…. Edward, eso es una maravilla!
Todos de pronto empiezan a aplaudir y el aire se impregna de felicidad.
−¿Cuál es la otra noticia?− dice Esme intrigada y encantada al mismo tiempo.
−Nos vamos a casar− dice él en voz alta.
Las mujeres sueltan un grito y los hombres se levantan y le dan palmadas en la espalda Edward.
−Wow, Bella. Has logrado atrapar al soltero más codiciado de Nueva York− dice Elizabeth. Sonrío en respuesta.
Una voz clara y femenina impregnada de cierto aire de misterio interrumpe la felicidad de la sala.
−¿Para cuándo es la boda entonces?
Edward se queda petrificado en su lugar y se gira para el lugar de donde proviene la voz. Yo me giro junto con él, y ahí está ella, portando un vestido púrpura y tacones altos, viéndose alta, bella y esbelta.
−Tía Anne− susurra Edward con miedo.
−Hola, querido− responde ella.
Tomo fuerza, porque no puedo dejar que Edward se intimide ante una estúpida pedófila como lo es ella.
−Qué gusto conocerte por fin Anne− digo yo adelantándome, le extiendo mi mano –Yo soy Bella.
OoO
−Anda Victoria, quieres destruir a
Edward tanto como yo.−Yo no quiero destruirlo, quiero que vuelva conmigo.
−La respuesta la tienes tú. Fuiste por un largo tiempo la novia de Edward, debes haberte enterado de algún secreto… algo.
Victoria se pasa los dedos por el cabello rojizo y vacila un momento.
−Bueno… si, hay algo.
Tanya se inclina hacia el frente –Dilo.
−No sé si sirva pero… Edward tiene gustos sexuales… extraños.
Tanya alza una ceja –Extraños ¿cómo?
−Le gusta… le gusta azotar… y todas esas cosas que tengan que ver con dolor.
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