-¡No
sé nadar!- grité -¡no me dejes sola por favor! ¡No me sueltes!
Edward sonrió -Nunca nena
La enorme ola cada vez está más cerca y se va haciendo más y más grande ¡Cristo!
Edward aprieta su agarre en mi cintura y yo envuelvo mis piernas en sus caderas. Me abrazo fuerte en su cuello. Ondas de agua nos salpican.
-Cuando yo te diga salta, lo haces ¿de acuerdo?
Asiento y entonces la ola mide al menos, un metro y medio.
OoO
La
puerta del avión se abrió, el viento golpeó mi cara y agitó mi
cabello. Edward me mira y toma fuerte mi mano.
-Todo
saldrá bien. Mi Bella. Sólo diviertete. Tempus fugit ¿lo
recuerdas?- Asiento
Respiro una vez, dos veces...
Las nubes se ven inmensamente acolchonadas. Creo que me he quedado sin estómago.
Blancanieves ha sufrido un ataque y yace desmayada en el bosque
mientras que la Madrastra aplaude, divertida.
OoO
-Dime algo Edward. Tan sólo dime un poco de tí. Un poco- pedí
Me mira, en sus ojos exsiste un profundo y hondo dolor.
-¿Y arruinar este fin de semana? No- contestó
-Edward, siento que he vivido tanto a tu lado, pero en realidad ha sido tan poco tiempo... dime algo, déjame conocerte. Estoy cansada de que te encierres en tu mundo y me dejes afuera
Suspira sonoramente y pasa sus manos por el sedoso cabello
-Gente ha muerto por mi culpa y jamás he sentido un poco de remordimiento
¿Qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario