La pared sonaba a un
compás y velocidad acordes a las embestidas de Edward. En cualquier
momento, la pobre cabecera se rompería. Él tenía sus manos sobre
esta, impulsandose hacia dentro mío y jadeando cada que lo hacía.
-¡Edward!- puse mis
manos sobre su abdomen -¡Por favor! ¡Piedad!- imploré. Estaba más
cansada que si hubiera corrido un maratón, quería mi liberación
ya. Pero Edward no me daba tregua, eran las dos de la mañana y el
seguía haciéndome el amor como un loco y me encantaba
-¿Más duro?-
preguntó. Asentí. Mis paredes comenzaban a cerrarse de nuevo, más
fuerte que nunca, aquel estaba por ser mi octavo orgasmo en la noche.
Grité ante el placer
-Oh nena- gimió
-Ciérrate más. Apriétame Isabella
Hize lo que me dijo.
Saqué fuerzas de donde no tenía y lo apreté lo más que pude,
Edward tomó mi cintura y me arqueó sobre el colchón
-Eso es nena. Más-
seguía moviénodose
Bajé mis manos de su
abdomen y las coloqué a mis costados, apreté de nuevo. La fricción
se volvía cada vez más enloquecedora. No aguantaría más tiempo.
Justo en ese momento Edward aminoró el ritmo
-Dime que me amas
Isabella
OoO
-¿Esto que Isabella?
¿Tú y yo?
-Edward yo... lo siento
-¡No Isabella! ¿Qué
quieres? ¿Terminar con todo esto? ¡Vámos nena! ¡Házlo!
Casi corrí. Me acerqué
a él y lo abrazé fuertemente, pegando mi cabeza a su pecho -Edward
perdón. No quería decir eso
Edward me abrazó por
la cintura y pegó su nariz a mi cabello -No vuevas a decir eso
Isabella, por favor. En mi vida he cometido muchos errores, pero sin
duda, estar contigo es lo más acertado que he hecho
Nos quedamos un rato
así. Seguía profundamente arrepentida por lo que habia dicho
¿error? Que estupidez
-El fin de semana no
irás a tu universidad- susurró
-¿Qué?
-El fin de semana no
irás a la universidad
Reí -Eso es absurdo.
Son los únicos dos días que tengo para ir a estudiar. Tengo que
dedicarle tiempo
-¿A si? ¿Y entonces
cuando es tu tiempo para mi?- su voz era dolida
-Oh por favor, he
estado estos últimos días en tu apartamento y además no he salido
de esta oficina
-Pero yo no quiero eso
Isabella, quiero más. Que estés conmigo todo el tiempo, y no te
preocupes, por un par de días que no vayas no te pasará nada. No
vas a ir a la universidad y punto- el se había separado de mí y
ahora miraba a mis ojos
Me mordí el labio
-Está bien- acepté -Pero, ¿qué vamos a hacer?
Sus ojos brillaron de
nuevo -Haremos muchas cosas Isabella, muchas que desde hace tiempo he
querido mostrarte. Iremos de paseo- me dió un beso en la mejilla y regresó a
sentarse a su lugar
OoO
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