−¡Tenemos que irnos, Bella!− exclama Edward
mientras mete la ropa en la maleta. Parece fuera de sí completamente. Tengo
miedo.
−Edward ¿qué pasa? Dime por favor, me estás
asustando.
Él está temblando y tiene una mirada de pánico
puro. Dios mío…
−Es… es…− tartamudea –Es mi tía
Anne… ella viene para acá.
Me congelo en mi lugar
−¿Qué?− digo −¿Cómo que
ella viene para acá?
−¡No lo sé!
¡Maldita sea!− se lleva las
manos al cabello y tira fuerte de él. –Tenemos que irnos Bella, tenemos que irnos.
Mis sospechas se
confirman del todo. Que Edward actúe así no es normal. Finjo no entender.
−¿Por qué no
quieres ver a tu tía? Es tú familia.
−Ella es una
perra− espeta sin
mirarme.
Tomo una bocanada de aire
−¿Por qué?
¿Qué hizo?
Aprieta las manos en
puños y exhala, alza la vista al techo y una lágrima dura resbala de su mejilla
–Esa perra
abusó de mí.
Mi mundo se cae a
pedazos. No puedo creerlo. No puedo creerlo. Mi niño, mi pobre niño. Corro
hacia él y lo abrazo.
−Vámonos− digo sin
titubear.
OoO
−¿Aspen?− pregunto.
−Era sorpresa… pero creo que ya no.
−¿Cuándo regresaremos a Nueva York?
−Si por mí fuera, no regresaría nunca− dice con
ironía –Pero tranquila, regresaremos en más o menos un mes.
−¡Un mes! ¿Tanto tiempo?
−Quiero tenerte sólo para mí. ¿Harías eso?
OoO
Me abrazo fuerte a él. Dice cosas tan lindas…
−Tengo una fantasía− me dice –Desde aquella vez que te vi en la cocina de Charlie. Me encantaría llegar de trabajar y encontrarte a ti con un bello vestido de flores mientras cocinas algo delicioso y te hago el amor en la cocina una y otra vez.
Sonrío –Podríamos hacer algo como eso− contesto.
−De hecho… creo que podrías hacerlo exactamente.
−¿Cómo?− pregunto.
Él toma aire –Cásate conmigo, Bella.
OoO
No hay comentarios:
Publicar un comentario