Coloco sobre el
escritorio mi carta de renuncia y todos los papeles y
la Blackberry que estaban
a mi cargo.
Edward cierra los ojos y
asiente lentamente.
−¿Quién va a
ser mi asistente ahora?− pregunta con voz apagada y vacía.
−Kate va a cubrir
mi puesto mientras tanto. Mañana vendrán para entrevista algunas candidatas y
tú podrás elegir a cualquiera.
Me mira.
−¿Dónde vas a
trabajar ahora?
−En alguna
empresa. ¿Me dejarías poner en mi currículum que estuve a cargo de la campaña
del perfume de Dior?
−Desde luego− contesta.
Me quedo ahí y no puedo
reprimir la punzada de culpa. Él se ve tan indefenso... Rodeo el escritorio y
paso mis brazos por su cuello.
−Edward, esto
no tiene porque ser así. Por el momento voy a buscar un empleo y voy a estar
metida en mi apartamento mientras tanto. Cuando lo crea conveniente… viviremos
juntos. Además dentro de dos días tú y yo nos iremos a Forks y pasaremos la
navidad allá.
−Me es tan
difícil dejarte ir…
Beso su frente –No es como si
no volviéramos a vernos.
−Gracias a
Dios. No.
OoO
Edward y yo
abordamos el avión de primera clase a Forks. Respiro. Es la primera vez en
mucho tiempo que regresaré a casa. Me gustaría imaginar que este avión en vez
de ir a Washington va a Inglaterra.
Él sujeta mi
mano y me da un beso.
−Estoy ansioso por hacer el amor contigo
sobre el musgo de los troncos− susurra en mi oído. ¡Cristo! Su comentario
me deja fuera de lugar. Y escenas diferentes de nosotros en el bosque pasan por
mi cabeza como una película.
De pronto
pienso que ir será genial. Siento emoción por ayudar a Charlie a poner el árbol
y por darle los regalos que he comprado.
OoO
Edward
regresa con expresión satisfecha con una botella de vino en mano mientras yo
pongo el pavo sobre la caja para cobrarlo. ´
Me ajusto
más la chamarra a mi cuerpo. Se me había olvidado cuánto frio hacia en Forks.
La cajera
está a punto de llenar una cubeta entera con saliva si sigue viendo a Edward.
¡Por favor! Mi lindo y hermoso novio me ayuda a cargar las bolsas.
A lo lejos
cinco cajas en frente de la mía veo de espaldas una figura corporal ancha y
morena… conocida.
Entonces lo
veo y no lo creo.
¿Qué hace
Jacob Black aquí? Trato de empujar a Edward hacia la salida para evitar que lo
vea, pero ya es tarde.
−¡¿Qué hace el idiota de Black aquí?!− grita.
Oh no…
OoO
No hay comentarios:
Publicar un comentario