Isabella subió las escaleras corriendo, entro al cuarto de Edward y agarró su ropa de la silla.
Se enredó los pies en la falda y cayó de sentón al suelo.
-¡Mierda!- siseó mientras se acariciaba el trasero con su mano
Terminó de vestirse y al ponerse los zapatos se dió cuenta que sus manos temblaban.
-Tranquila Bella- se dijo -Todo estará bien
Caminó fuera del cuarto despacio, bajó las escaleras y empezó a escuchar voces en la sala. Risas, tal vez.
Edward volteó a verla en el segundo que ella se dirigía hacia ellos. Le dedicó una sonrisa tranquilizadora.
Llegó hasta donde estaba él y Edward tomó su mano.
Bella alzó la vista. Frente a ella estaba una mujer guapa y delgada de ojos verdes y cabello caramelo vestida con un bonito vestido verde y a su lado un hombre alto, rubio y delgado de ojos azules y muy atractivo enfundado en un pantalón de vestir azul marino y suéter color crema.
Isabella tenía las mejillas rojas como un tomate, tenía al señor y la
señora Cullen frente a ella emanando elegancia y seguridad. Ambos la
miraban con los ojos curiosos.
-Mamá, papá- dijo Edward asintiendo
con la cabeza y abrazando a Bella por la espalda -Les presento a
Isabella Swan, mi novia formal
El aire se escapó de los pulmones
de Bella, Blancanieves corría por el bosque sin parar cortando flores a
su paso y la Madrastra vagaba por el castillo buscando algo que hacer
con su ansiedad
-Bella, ellos son Carlisle y Esme, mis padres- presentó Edward con la mayor tranquiliad del mundo
Isabella
esperaba la cara de sorpresa, confusión o enojo de parte de ellos, pero
en vez de eso, una sonrisa cálida estaba plasmada en la boca de ambos
-Bienvenida a la familia Isabella- un inesperado abrazo de Esme la sorprendió
¿Pero que diablos..?
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